La alternativa al quirófano para un aumento de mentón a través de los rellenos con ácido hialurónico tiene como principal ventaja que éstos son prácticamente indoloros y no precisan de anestesia ni sedación y la reincoporación a la vida cotidiana es inmediata.

Además, se consiguen los mismos resultados que mediante una mentoplastia quirúrgica, aunque no son permanentes y su duración es de máximo un año.
Los resultados son distintos en función de los deseos, necesidades y objetivos de cada paciente, pero en todo caso logramos un rostro y perfil más armónicos, con cuellos más esbeltos y la línea mandibular más definida, disminuyendo así la evidencia del doble mentón. Además, en el caso de pacientes con un perfil facial asimétrico, este tratamiento puede aportar el equilibrio necesario.

El aumento de mentón con rellenos es una opción rápida, poco invasiva y de recuperación inmediata. Es un tratamiento que se hace de forma ambulatoria, en consulta, inyectando ácido hialurónico o hidroxiapatita cálcica, ofreciendo la máxima seguridad. A través de estas inyecciones conseguimos volumenizar la zona hasta llegar a conseguir la forma deseada y compensar el perfil del paciente.

Se trata de un procedimiento rápido y sencillo. En tan solo 20 o 30 minutos puedes lograr un aumento de mentón que mejore la simetría y armonía de tu rostro, aunque en algunos casos las inyecciones también pueden administrarse gradualmente en diferentes sesiones hasta que se logren los resultados deseados. Los rellenos de mentón suelen tener una duración media de 6 a 12 meses en función de cada paciente y sus necesidades.

Debido a las inyecciones, es posible que notes la zona algo enrojecida y una leve presión en la zona tras las infiltraciones pero ambas sintomatologías desaparecerán en cuestión de horas. Los efectos secundarios asociados al ácido hialurónico son prácticamente inexistentes y los que puedan surgir no durarán más de unos pocos días.